El aroma a tierra húmeda, el canto del gallo al amanecer y el sabor inigualable de un tomate recién recolectado... ¿Recuerdas esos veranos en el pueblo, donde la vida transcurría al ritmo de la naturaleza? En el Huerto de Nuestra Señora, queremos recuperar esa esencia, esa conexión con la tierra que nos nutre y nos da vida.

Aquí, a orillas del Tajo, cultivamos nuestros productos con mimo, siguiendo las técnicas de la agricultura tradicional que han pasado de generación en generación. Pero no solo eso, también mantenemos un pequeño corral doméstico, donde nuestras cabras murciano-granadinas, cerdos ibéricos y gallinas (una mezcla única de Gigantes de Jersey y Castellanas) campan a sus anchas. Porque creemos que una alimentación sana y sabrosa nace de la integración y el respeto por el ciclo natural de la vida.

Nuestras gallinas, nos regalan huevos de un color y sabor inigualables, mientras que la leche de nuestras cabras, alimentadas con los pastos de la zona, es la base de quesos artesanos que te transportarán a la infancia. El suero sobrante de la elaboración de los quesos, junto con los productos de la huerta, sirve de alimento a nuestros cerdos ibéricos, criados en libertad. ¡Un ciclo perfecto que se traduce en una carne de sabor excepcional!

Te invitamos a descubrir el Huerto de Nuestra Señora, un espacio donde el tiempo parece detenerse y donde podrás reencontrarte con los sabores auténticos de la tierra.